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El juego de luces y sombras siempre ha maravillado al hombre. Los niños lo aprecian desde la inocencia y el descubrimiento, incapaces de ver el engaño. Por eso su cara siempre refleja el asombro más puro. Delante de la luz, casi inmóvil, la figura proyectaba su sombra abarcando todo el cuerpo desnudo que tenía frente a él. Desnuda y arrodillada, con el mentón ligeramente levantado e iluminada por la luz que entraba tras de sí, cegadora y blanquecina, observaba como las motas de polvo en suspensión se movían con pausa, flotando en el ambiente esperando que el caos se apoderase de su ingravidez. Le pidió que cerrase los ojos con la voz grave y baja. No necesitó más para obedecer. Luego, las cuerdas deslizándose por la piel, los nudos gruesos clavándose como nudillos en la carne blandas, el frío del acero que incorporaba aquí o allá.

La elevación fue sencilla. El cuerpo menudo ayudaba y mientras era izada desde el suelo, se mezclaba con las motas de polvo, igual que si estuviera zambullida en el océano. Polvo levantado en otras ocasiones, escamas de su propia piel flotando en el ambiente. Era lo más cercano que había estado de volar en realidad. El empujón le provocó mareo y a sus oídos llegaba el crujido de la cuerda al tensarse, el roce con el acero siseando y erizándole le piel. Aquel vaivén junto al silencio roto por los nudos desollando la piel y gritando por dentro, se mezclaba en aquel caleidoscopio de luces y sombras cuando pasaba delante de él. Sabía que sonreía. Tras aquella barba estaban los dientes blancos que su piel añoraba cuando no estaban clavados en la carne. Los mismos que hacían estragos buscando la sangre y dejando marcas que no se avergonzaba en esconder.

Sabía que sonreía porque ella era el péndulo humano que se sorprendía a cada instante al oler el cuello si se acercaba, y porque los ojos se iluminaban con infinitas estrellas cuando le veía torcer la cabeza igual que los animales curiosos al observar a sus presas. Luces y sombras, ojos cegados sin necesidad de vendas volando hacia el infinito en un espacio reducido. El mundo que él creaba para ella.

 

Wednesday

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