https://unoesloquemuestra.com
Seleccionar página

“La mala costumbre de pensar que nuestra forma de pensar, la más íntima pasión que nos queda, la de las emociones y los deseos, es la buena. Incluso con displicencia aceptamos que no es la única, que hay muchas más, pero sin duda, están equivocados, porque la nuestra es la más cercana a la realidad absoluta. Luego de palabra aceptamos que en otras circunstancias esos otros pueden quizá entender de alguna manera lo que intentamos expresar, pero siempre acude en nuestra ayuda el recelo, el no todo es blanco o negro, el cada persona es un mundo. Sí, pero no, porque aun siendo eso cierto, el error está en no verlo como yo.

Terminamos aceptando a regañadientes que otras formas de verlo están ahí, incordiando casi siempre pero la realidad, la verdadera, está dentro de uno mismo y nadie mejor que uno podrá desarrollarlo. Está claro que ese uno mismo bueno es el mío, el vuestro, muy a vuestro pesar, es erróneo.”

Cuando le escuchaba con esa vehemencia que tanta mala hostia trasmitía a los demás siempre pensaba que era un chulito y un sobrado. Posiblemente para afirmar tajantemente aquello debía serlo. Se vestía de bestia negra para arremeter contra todos los patrones, cánones y protocolos, contra todas las frases hechas y lo que el consideraba tonterías varias del BDSM. Arremetía con fuerza contra aquellos que se creían especiales y se elevaban sobre las aguas de la razón, despreciando otros puntos de vista, otras maneras de entender o simplemente de aquellos que solo pensaban que era puro vicio, una moda, enfermos que no son capaces de reprimir sus deseos más oscuros. Daba lo mismo. Cuando aquellos extendían la alfombra roja de lo absoluto del BDSM, él pasaba la aspiradora y luego recortaba trozos que emparejaba e intentaba explicar.

“Aquí amigos, habéis expuesto tal cantidad de gilipolleces que me va a costar un mundo haceros entender un matiz sencillo. Y como no pretendo eso, porque no soy yo quién debe haceros sentir gilipollas, emparejaré dos trozos de esta alfombra tan lustrosa. Dominante y sumisa o sumiso no nos pongamos ahora pejigueros con esto del sexismo cultural y léxico-semántico, es algo tan natural como beber agua o echar una meada al despertar. Unos exploraran la violencia y la capacidad de soportarla, otros disfrutarán de las perforaciones que las agujas hacen en la piel y la sangre tibia que se derrama, de las momificaciones, de los azotes, de la dominación psicológica, de la humillación, de las suspensiones, del medical, de ser una mascota o esclavizar, pero también de que te sirvan, te aseen, te bañen y te cuiden. Del sexo más bestial a la caricia más simple, del plato de comida en el suelo o el cuerpo como plato. Cada uno hará lo que le salga de los cojones bajo el consenso de quién lo comparta y nadie podrá juzgar eso como bueno, malo o regular. Luego está vuestra opinión, que en realidad a mí me la suda.”

Y por menos, se empezaron las Cruzadas, algún chulito la lió parda.

 

Wednesday

 

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies