Está de moda el bdsm

Y a mí me mola. Después de tanto tiempo de ir arrastrándome por el submundo este de dar ordenes y azotes al bies sin dejar marca para que no se notase de donde venían las mozas, por fin hemos salido del armario de fustas y látigos y nos hemos plantado con los brazos en jarras diciendo, ¡Aquí estoy yo!

Ya podemos entrar a las mozas diciendo eso de yo me dedico a dominar tías como tú y si me apuras te suelto un par de leches que te dejarán contenta, el cutis más fino y el riego niquelado. En mis tarjetas de visita, debajo de Community Manager que ahora está aún más de moda que el bdsm, aunque no tengo ni puta idea de a qué se dedican, he puesto, Dominant Manager. En inglés, con dos cojones, que sé que la gente piensa que al estar en idioma de William suena más chulo y con más pegada. Otra gilipollez más del mundo donde vivimos.

Lo más increíble de todo esto, es que tres libros han hecho por el bdsm más que todos nosotros juntos. Pero siendo como somos, solo podemos echar pestes sobre ellos. Así me gusta, cortándonos los huevos nosotros mismos, que es mucho mejor a que lo hagan otros. ¿Seremos como el grunge? ¿cómo el hair metal? ¿o quizá refulgiremos como una imponente estrella en el firmamento de las relaciones humanas?

En cualquier caso, unos aprovechan la coyuntura esta de la moda del sopapo, para dar brillo a su ciruelo y ponerse en forma moldeando las tetas de las nenitas a base de crochets y tente tiesos. Otros están paralizados y escupen sin más mierda sobre este emergente mundo tan bonito e icónico. Solo tienes que decidir en que lado estás porque sí, como todo en la vida, te tienes que posicionar. Yo ya lo he hecho, me divierto en todos los sentidos. Los chistes van y vienen como los dominantes de pegote y las sumisas posers. Y en la moda ya se sabe, todo muy hipster y ya veo a muchos diciendo que Juego de tronos es lo más cool porque hay implícito un mensaje bdsm en el fondo que te cagas.

Como mola que el bdsm esté de moda.