Un día en las carreras – II –
La pregunta me pilló desprevenido, seguramente porque andaba absorto en esa línea infinita que se convertiría en charco, lago, océano y cáliz de vida. No es fácil de explicar, le dije. Intentaba no ser pretencioso. Los dominantes no somos infalibles y lo sabemos todo y yo, desde luego no sabía que suponía ser sumisa, pero …