De buen rollito

Antes.

Hemos quedado, hoy, por la tarde, la pandi del bdsm, nos llevamos tan bien aunque no nos hayamos visto nunca ni sepamos que hacemos ni de que palo va cada uno. Pepito es amo y tiene varias sumisas, fieles y entregadas, al menos eso dice él. Juanita no es sumi pero dice que quiere conocer este mundillo. Me da a mí que es una golfa y viene para ver el percal. Andresito es un pedante de mierda pero por las fotos que pone, está bastante bueno y algunas de las mozas querrán tema. Angelita es una sumi de verdad, tiene amo desde hace dos semanas y le conoció por aquí hace tres. Ya tiene collar y prohibido hablar con otros amos, además de tener fiscalizados sus correos y sus conversaciones privadas. Parece fuerte pero ella es feliz.

No sé cuantos seremos al final pero creo que será una reunión muy maja.

Durante.
Hay mucha risas y parece que tenía razón con la golfa. Está claro que solo quería tema y Pepito, Andresito y Luisito, que se apuntó en el último momento y se trajo un amigo bastante callado, están por la labor. Me da a mí que Juanita se va a la cama con alguno, aunque no sé que tipo de amos son porque lo único que hacen es babearle las tetas. Mientras, las demás bebemos y no dejamos de mirar el móvil escribiendo sin parar lo que está sucediendo, como si lo que hay más allá en realidad fuese más importante que lo de acá.
Angelita lleva dos horas sin parar hablando de su amo, de lo maravilloso que es y lo que le ha hecho sentir en tan poco tiempo. Nos hemos enterado de que aún no se han visto y el collar lo eligió ella en un Sexshop muy de moda. Grabó las iniciales de él y lo luce orgullosa. Tiene un gusto pésimo y le queda como el culo.

Al día siguiente.

Nos hemos escrito todos y todas. Ha quedado claro que fue la mejor reunión en la que habíamos estado. Las chicas ya se llaman hermanas entre ellas y ellos, caballeros, preparando una reunión para degustar puros y whisky caro. Las chicas son muy majas, sobre todo Juanita, un torbellino. Angelita es un ejemplo a seguir y todas envidiamos la suerte que tiene de haber encontrado un amo tan atento. El amigo callado era un poco estúpido.

Que buen rollito.