Una manera de pensar me dijo, de afrontar la vida y llevar a cabo aquellas cosas que deseamos desde lo más profundo de nuestro ser. Era muy bonito, como desde occidente seguíamos pensando que los demás no estaban a la altura de nuestro conocimiento y por eso debíamos seguir expandiendo nuestra tontería a lo ancho y largo del mundo. Mientras pensaba esto, los nudos prácticamente se hacían solos. Coloqué en su boca una mordaza porque estaba harto de sus tonterías de manual y llevaba bastante tiempo con ese aire de porque yo lo valgo habiéndose apropiado de esa corriente tan de moda de que los verdaderos practicantes de esto del D/s llevan su vida como una filosofía que atender. Pues vale, pensaba para mis adentros. Ahora todo son filosofías está visto.
Runners que llevan en volandas de acá para allá su vida, geekers, seriéfilos y cinéfilos, comiqueros, travelers, hipsters diversos, indies… Sonreí recordando las movidas de los rockers y los heavys, la de los mods y los rockers y luego la de los skins contra todo dios, para llevar la contraria. Los nudos recorrían la piel como las manos las cuerdas, me dije. Pero en todo ello hay un denominador común. Lo de uno es lo mejor, es lo incomprendido y lo transgresor, lo que se desconoce y por eso al juzgar te equivocas. Pero lo importante es llevarlo con esa impronta occidental de lo mío es lo mejor y como me transmitía ella, porque yo lo valgo.
Y entonces me di cuenta de que le estaba hablando en voz alta, contando mis emociones y mis sentimientos sobre esta corriente anodina que nos hace confundir la libertad de expresión con la tontería expresada. El BDSM no es una filosofía de vida ni de nada, como no lo es ninguna corriente cultural encumbrada por las hordas de la barbarie consumista. Le solté la mordaza y le puse una anilla, dejando que los dientes se viesen perfectamente. Agarré su pelo con fuerza y la arrastré por el suelo. Vive como quieras, deja vivir a los demás, no impongas nada y no sentirás que te imponen porque te resbalará absolutamente todo. ¿Qué conflictos tenemos los seres humanos que nos regodeamos de la miseria de los demás pero pensamos que la nuestra por serlo es mejor? Sentía como la piel se pegaba al suelo y se desprendía por la fricción mientras ella gemía de dolor. Odiamos lo extraño a nosotros y al mismo tiempo tenemos tal curiosidad por comprenderlo. Parece contradictorio, como el dolor que sientes ahora con la filosofía de vida que pretendes llevar. Algunos piensan en esto como un juego, otros aborrecen el término, pensando que si no lo piensas de esa manera es aún más verdadero. Y ese es el fin último de todo, lo verdadero. Si para ti es un juego es lo verdadero, si no lo es, es lo verdadero. Lo mío es más, es mejor, es superior y no lo entendéis. Como no lo entendéis no estáis a la altura pero si lo intentas comprender eres un intruso y no sabes de que va todo esto.
Para ti todo esto, para vosotros. A mí me gusta tu piel, marcarla porque me hace feliz, disfrutarla y recorrerla. Ver tus lágrimas de dolor y de súplica, tu cara de miedo y de placer, de dolor y de perdón, tus rodillas hincadas, tus manos ofrecidas, tu cuerpo mío y de ningún pensamiento más, la entrega absoluta, mi protección, mi amor, mi cariño, mi lujuria y mi violencia. Todo eso, no es una filosofía de vida, todo eso soy yo. Pero cuando termino, cuando curo tus heridas, cuando te protejo de todas mis perversiones después de haberlas llevado a cabo contigo, necesito tu sonrisa. Eso es mi D/s. El de otros, en otras habitaciones estará.
Y deja de gimotear.
Wednesday