Pensadores modernos

Que cosas tiene esto de la globalización, la cultura está tan cerca de nosotros y todos tenemos opinión que además queremos que se escuche. Algo normal por otro lado, tenemos una tendencia natural a ser unos bocazas y meter el hocico allá donde no debemos porque nos mola el olor a mierda, la de los demás claro.

Y entonces nos damos cuenta de que tenemos unos altavoces de la hostia y nos venimos arriba. Nos ponemos el traje de Voltaire, de Ockham, de Hegel, de Lincoln o de Unamuno que nos queda más a mano, y escribimos sabiendo que somos los mejores, que nuestras ideas sientan cátedra y de que las de los demás son mierda pura. Así somos ahora los nuevos hombres del renacimiento del siglo XXI, armados de blogs, foros y redes sociales, preparados para cambiar el mundo.

Igualito igualito que Mándela. Nuestra revolución se hace sentado en un mullido sofá mientras tomamos un té con leche que es muy british, ya sea en casa o en un Starbucks usando la conexión wifi en nuestro Macbook Pro mientras escuchamos Kings of Leon. No se nos escapa nada, Imdb para estar al tanto del cine, opinamos de literatura con mano de hierro como putos talibán, muy cultos todos porque podemos tirar de Wikipedia y Google para dar respuesta en tiempo real a una oposición también rabiosa.

Pensábamos que algo tan underground cómo el bdsm estaría a salvo. Vaya gilipollas estamos hechos, ahora, rodeados de hipsters del D/s estamos como los gatos cuando les dan las largas, perdidos, absortos en un movimiento que no ha evolucionado y que se va a convertir en un descojone monumental.

Compra unas gafas de pasta, al menos pasarás la primera criba.

4 comentarios

  1. Ya te echaba de menos