Cables de alta tensión – II –

Era lo más parecido a jugar con marionetas, su cabello enredado en mis dedos, deslizándose por ellos mientras mis muñecas danzaban en un teatrillo imaginario. Así estuve muchos minutos, sonriendo inevitablemente e intentando inmiscuirme en sus sueños pero me resultó imposible. La noche se cerró sobre nosotros y yo me sumergí en un cúmulo de …

La ardiente arena que heló tu sangre – II –

Dentro no había lujo, ni tan siquiera era grande o agradable. Quizá pensaste que dentro estaría una recompensa gozosa y placentera. Pero en el fondo de tu corazón solo deseabas que el árbol solo hubiese sido el comienzo. Lo comprobaste pronto. El agua estaba helada. Te sumergí hasta el cuello y me salpicaste al sorprenderte …

Cables de alta tensión – I –

Llegó corriendo, exhausta y sudorosa. La carrera había sido agotadora y el tiempo no acompañaba para dedicarse a dar unos trotes tras un autobús que a duras penas conseguía mantener un ritmo constante. Subió los escalones como pudo y se apoyó en una barra para no caerse al comenzar la marcha. Desde donde estaba el …

La ardiente arena que heló tu sangre – I –

Te gusta jugar en la jaula, te sientes cómoda y feliz. Allí tienes tus cosas cuando necesitas esos instantes en los que eres más tú de lo que muchas veces imaginas. Hace mucho que no soy yo quien tiene que llevarte. Echo de menos esa sensación pero también sé que fue un gran paso para …

Un día en las carreras – II –

La pregunta me pilló desprevenido, seguramente porque andaba absorto en esa línea infinita que se convertiría en charco, lago, océano y cáliz de vida. No es fácil de explicar, le dije. Intentaba no ser pretencioso. Los dominantes no somos infalibles y lo sabemos todo y yo, desde luego no sabía que suponía ser sumisa, pero …

Parole Parole

Me gusta hablarte con silencios. Las palabras contienen tantas cosas, no solo su significado en su contexto, cuándo se dicen, cómo se dicen, por qué se dicen. Nos envolvemos en errores asumiendo que nuestros falos y nuestras manos podrán proporcionarte no solo todo el placer que mereces sino el dolor que necesitas. Un envoltorio anecdótico, …

222 noches

No fue un número elegido al azar. Tampoco fue elegido para minar tu entrega y disposición. El día que terminó porque así lo sentí fue cuando lo contabilicé. Ese número es tu número, de nadie más, no es más o menos, es lo que te hace pertenecerme como lo haces. La primera noche, silenciosa y …

Un día en las carreras – I –

Es una experiencia, dedicar un rato en la vida al menos, a comprarle ropa interior. Hace mucho, entraba, y cabizbajo murmuraba algunas cosas ininteligibles sobre la talla y la copa del sostén, sin que se notase demasiado que estaba más que avergonzado. Menos mal que luego, follar en sitios públicos o que te la coman …