No eres un caramelito

Me desahogué contigo, pagué mi frustración con tu piel, tensé mis nervios con las cuerdas que te aprisionaron hasta hacerte gritar. Golpeé mi ira con la rabia que me hacía ver que tu cuerpo soportaba lo que yo no pude. Te grité en la cara toda mi furia haciendo temblar tus lágrimas. Pinté tu cara …

La ardiente arena que heló tu sangre – III –

El terror tiene muchas caras, pero la más atroz de todas ellas es la del abandono. Pasé mi mano por su espalda desnuda hasta llegar a sus nalgas y empujé suavemente su cuerpo hacia adelante. Ve con ellos susurré. Se frenó, hizo el gesto de girarse pero se contuvo. Sin ver su cara sentía sus …

La ardiente arena que heló tu sangre – II –

Dentro no había lujo, ni tan siquiera era grande o agradable. Quizá pensaste que dentro estaría una recompensa gozosa y placentera. Pero en el fondo de tu corazón solo deseabas que el árbol solo hubiese sido el comienzo. Lo comprobaste pronto. El agua estaba helada. Te sumergí hasta el cuello y me salpicaste al sorprenderte …

La ardiente arena que heló tu sangre – I –

Te gusta jugar en la jaula, te sientes cómoda y feliz. Allí tienes tus cosas cuando necesitas esos instantes en los que eres más tú de lo que muchas veces imaginas. Hace mucho que no soy yo quien tiene que llevarte. Echo de menos esa sensación pero también sé que fue un gran paso para …

222 noches

No fue un número elegido al azar. Tampoco fue elegido para minar tu entrega y disposición. El día que terminó porque así lo sentí fue cuando lo contabilicé. Ese número es tu número, de nadie más, no es más o menos, es lo que te hace pertenecerme como lo haces. La primera noche, silenciosa y …

En la cuerda floja

Nos cuesta entender ciertas cosas a veces, será porque somos un pelín obcecados o simplemente gilipollitas. Me he encontrado muchas veces con gente que me pregunta cómo es posible que cuando deslizo las cuerdas por la piel no pongo cara de sádico, o de pervertido (que lo soy), o de enajenado sexual. Y muchas de …

Detrás de la puerta. La mirada de la vergüenza.

La espera tras una puerta puede resultar de lo más variada y pintoresca. Todo depende quién esté al otro lado y desde donde te presentes tú. No es lo mismo llegar y no saber lo que realmente te espera que esperar a recibir cuando sabes perfectamente que es lo que vas a hacer. Desde el …

Buscando la respuesta a la misma pregunta – VII –

Debe ser toda una felicidad y una gran experiencia que se pongan tu nombre y lo exhiban. Seguramente soy yo el que se ha quedado obsoleto y no he comprendido que esto ha cambiado y mucho. Ya se sabe que uno tiene que amoldarse a los nuevos tiempos y surfear sobre las olas del progreso. …

Buscando la respuesta a la misma pregunta – VI –

Igual pensáis que no estoy dejando en muy buen lugar a los dominantes. Bueno, esto es un blog, ¿qué queréis? Son los dominantes de medio pelo los que intento retratar. Pero haremos un alarde de comprensión e intentaremos saber que piensa una sumisa. Las hay ignorantes pero sienten la necesidad de saber más, las que …