La patinadora
Las rutinas a veces se hacen tan perseverantes que nos acomodan en el sillón, o en esa silla favorita donde reposamos toda nuestra suficiencia. Todas las mañanas hacía lo mismo y lo hacía sin pensar y milimétricamente controlado. Desde fuera seguramente sería visto como obsesivo, sin embargo, lo hacía con tanta naturalidad que para él …