El círculo virtuoso -IV –

Perfectos charcos circulares se habían formado bajo su boca y su sexo que no paraba de temblar, ya dolorido. La saliva goteaba sin descanso en una cascada permanente que prácticamente cubría el espacio entre sus labios y el suelo. Con la vara en la mano acerqué mis labios a una de sus mejillas y la …

La perla

Con los ojos cerrados acariciaba la cuerda. Los dedos iban y venían con celeridad pero no encontró nada. Cuando los abrió la sonrisa le atravesó como una flecha incendiaria. Acercó sus manos y agarró sus pies, delicados, juguetones. El gemido recorrió el cuerpo e hizo encoger los dedos. El esmalte rojo resaltaba el conjunto y …

El círculo virtuoso – III –

Cada nudo es una experiencia, al menos uno debe creer que lo es, cada uno de ellos contará una historia en tu piel, le decía mientras deslizaba la cuerda. Cada historia genera un recuerdo y cada recuerdo será un momento de tensión, un roce, una presión. La cuerda separará tus labios, aprisionará tus extremidades, inmovilizará …

Visión periférica

Esta proliferación de amos y sumisas tiene cosas realmente curiosas. La mayoría de ellos no son ni una cosa ni otra. Estos dominantes de nueva cuña que sólo desean follar a mansalva, cuanto más mejor, con cuántas más mejor, aplicando una dosis de violencia porque sin ella esto no tendría sentido, se enfrentan a las …

La fabulosa historia del dominante que miraba fijamente a las sumisas

Cuentan, circula un rumor, una historia increíble y épica sobre la historia de un dominante que miraba fijamente a las sumisas, pero sin mirar, como con desdén, con displicencia divina y éstas, caían rendidas, arrodilladas ante sus manos abiertas y dispuestas a ejercer el control. ¡Qué bonita historia! Esa figura erguida, sempiterna e inflexible, con mirada …

Cables de alta tensión – VI –

La hoja estaba fría, sus ojos ardiendo. Mis manos apoyadas en el lavabo esperando que su respiración se agitase como una tormenta. Llevo horas con las bragas empapadas, me dijo. Lo huelo desde aquí le contesté. Era una fruta pervertida, una mezcla curiosa de deseo y acojone, mezcla que hace de un cuerpo femenino lo …

Ternura

Rendida, derrotada, maltrecha, dolorida. Feliz.  Bajo el agua tibia su cuerpo reposaba sobre el mío, entregado después de un tormento sin fin. Las marcas de las cuerdas zigzagueaban en sus articulaciones, esquivando esos puntos peligrosos, como una serpiente que constriñe a su presa hasta dejarla sin aliento. Autopistas del placer encarnada en un cuerpo amoratado. …

El círculo virtuoso – II –

Laurita tiene el pelo largo y eso es delicioso. Mientras mis palabras arrasaban sus pensamientos, mi mano iba enrollando su cabello alrededor de la muñeca. La tensión crecía y sin darse cuenta, su cuello empezó a inclinarse hacia atrás, dejando ver su hermosa piel aprisionada por mis dedos. La delicadeza de los susurros se mezclaba …

Cuando el ciruelo vuela bajo, pon el ojete en mi regazo

Siempre que me hablan de otk, no puedo remediar escuchar la voz nasal cantando eso de “Historias de amor, ojos que miran con ilusión. Pasiones vividas entre los dos, imposibles de borrar”. La virgen, que grupo más malo. Quitemos el amor y los ojos y sustituyámoslo por ojete. La visión de un culo sobre las …

Con fustas y a lo loco

Es divertido como enloquecemos por las parafernalias de la misma manera que los críos. El apego que se tiene por acumular trastos, digo trastos, porque tener cinco cosas iguales es una gilipollez con tal de fardar de instrumental para repartir toñas. Cada uno colecciona lo que le sale del ciruelo, yo colecciono cómics y discos …