La guerra de las sumisas

En la entrada anterior, intentaba describir como las sumisas se sentían como auténticos SEAL llevando a cabo una misión arriesgada para eliminar una de las células de terrordoms que pululan por internet. No fueron bien entrenadas y cayeron en combate. Están solas. ¿O no?

Pues va a ser que no. Los Al Qaida del pseudo bdsm se han encargado muy bien de aleccionarlas en condiciones extremas, haciéndoles retroceder hasta la adolescencia. Esa época olvidable en el que nosotros nos subíamos a los árboles y nos dábamos golpes en el pecho, escupíamos hormonas, violencia, mala leche y poco raciocinio. Curiosamente lo que las nenas del momento demandaban. Chulito, mala leche y guapete era triunfo asegurado. El rey de la manada, el que se comía más plátanos porque era el primate mas avezado del grupo. Ese, es el que se las comía todas. Poco o nada han cambiado las cosas en la adolescencia, y casi mejor.

Lo lamentable es que eso se haya trasladado a este mundo indómito de las fustas, las mordazas y las fototetas. Es envidiable la verdad, ver como estos patanes han conseguido camelar a las mozas y hacerles partícipes de reuniones y agrupamientos varios donde ellas mismas se autodenominan hermanas. Supongo que seran hermanas de leche, la leche del dominante. Y que entre ellas mismas se alienten, se den cobijo emocional y se apoyen como auténticas gilipollas de patio de colegio. Deben ser los gustos, pero me da a mí que como todo, es de cara a la galería.

El ego del dominante, por las nubes en ese momento al ver como entre ellas se apoyan y harán todo lo que sea necesario, hermanadas, dispuestas a gritarlo al mundo. De ridículo que es, es verdadero. Pero el fondo, el verdadero, no el del pastel hediondo este que nos quieren vender, es que son auténticas lobas entre ellas. Que el dolor que les produce que su amo, o así lo llaman ellas, se esté ventilando a otra de la camada y que encima tenga que sentirse orgullosa de ello y feliz les atraviesa y les quema todas las putas entrañas. Pues eso, eso no es entrega queridas, eso es una gilipollez supina y si lo permitís, simplemente os jodéis.

En cuanto a ti, amigo de los bytes, amito de pacotilla, algún día, la viagra no te hará efecto, ni los elixires, ni los potingues para ser el más guay de la manada. Algún día, los trajes de Emidio el Chuli, la manicura, el cuero tratado de tus fustas ni tu maletín de la Señorita Pepis surtirá efecto y te darás cuenta de que un dominante de verdad está a tu lado y te va a joder la vida.

Hakuna matata.