Poco o nada me hubiera imaginado que un momento de rabia diese para quinientas entradas y algo más de veinticinco borradores. Poco o nada me hubiera imaginado que el comienzo se gestase con criticas furibundas para derivar en relatos cortos, vivencias, pensamientos muy personales, dibujando personajes y situaciones, moldeando momentos. Enarbolando fetiches, dolores ajenos y propios, utilizando los clichés en mi beneficio para darles una vuelta y ver que son insignificantes pero necesarios para hacer ver lo equivocados que estamos a veces. Arquetipos, situaciones maniqueas, poetizando sobre lo que muchos piensan que es una forma de vida en lugar de una expresión emocional. Es cuestión de opiniones. El mundo es demasiado grande pero siempre terminamos en el mismo entorno. Y eso mismo es lo que me hace ver lo reducido de todo esto y lo sorprendentemente grande que se me ha hecho mostrar cada una de estas facetas en tantos relatos, buscando en cada uno de ellos algo diferente partiendo siempre de lo mismo.
No ha sido con la entrada quinientos, en realidad lo llevaba barruntando algunos meses. Quinientos es un número redondo y me sirve como punto de inflexión, para profundizar en otros detalles, perfilar algunos de los personajes que ya he creado, tocar otros temas, abrir el abanico de la creación y dejar que tomen la palabra y generen su propia vida averiguando por donde me llevarán Sylvie o Meiko. Recuperar la pasión para hacer las historias más amplias, complejas y profundas, directas y emocionantes. También para investigar y escribir artículos desde una perspectiva diferente, alejados como siempre de la visión inamovible del D/s. De hecho, extrapolar estos conceptos a una vida cotidiana que es la que todos y cada uno de nosotros llevamos.
Hay mucha gente a la que tengo que agradecer y muchos recuerdos a los que acudir. El amor, el corazón devastado, las sonrisas y la complicidad, la entrega y el sometimiento, los silencios, la ausencia y la soledad, el compromiso. Todo ello, todas esas personas en toda una vida han hecho posible el blog y que éste tenga su vida propia. También a todos aquellos que lo leen con regularidad. Es sorprendente ver mas fidelidad hacia las letras que hacia las personas. A todos los rincones del mundo donde las palabras escritas han llegado y se han quedado. Es un agradecimiento demasiado pequeño para tanta distancia.
Un punto de inflexión implica un cambio, pero también un impulso.
Wednesday
Gracias, y buen viaje.
Llevaba algún tiempo sin pasar por aquí y hoy he vuelto, y vuelvo a darme cuenta cuánto me gusta lo qué y el cómo escribes, aunque no siempre te comprenda del todo.
A veces resulta más fácil expresarse por escrito y de ahí esa fidelidad q se genera