Catálogo ejemplar de desgracias
Todo es divertido hasta que te tocan los cojones. Quizá no es la expresión más adecuada, pensó. Frunció el ceño disgustado mientras pasaba las hojas sin hacer mucho caso a su contenido. Entonces recordaba cuando leía las cartas que, en su memoria, se habían borrado, aunque el mensaje, seguía intacto. Se acarició el mentón en …