Deuda pagada
Erramos, aunque no queramos, no somos infalibles. Podemos poner todo de nuestra parte, la dedicación y el esfuerzo, la pasión y el sentido común y aun así, equivocarnos. Como si de un ataque por sorpresa se tratase, la piel se eriza, no con los actos sino con los pensamientos, los deseos inequívocos de que algo …