Aire
Era maravilloso ver como los colores iban cambiando, como la piel se convertía en un tornasol donde la luz incidía y de la palidez blanquecina y tersa, se iba pasando a un rosado pálido que se transformaba en un rojo contenido y por último, la lividez oprimía las venas palpitantes de las sienes. Mientras sus …