Percusión
Le gustaba caminar con los dedos por la nuca, descender despacio por la escalera de la columna, sin protección. Ella aguantaba el deseo, en su boca y en sus piernas, deseando que los dedos se comportasen de manera indecente en algún momento del descenso. Entonces con las yemas tamborileaba aparentemente sin ritmo alguno, hasta que …