El vuelo -VII-

En realidad no sabía si disfrutaba más por la imagen de ella, arrodilla, con la satisfacción en el rostro y las gotas aún calientes de su flujo resbalando por la comisura de sus labios, o por la tranquilidad con la que él mesaba su pelo, enraizando de vez en cuando los dedos entre los mechones …

El vuelo -VI-

Como un canto de sirena, la sangre hipnotizaba con el brillo intenso su mirada. Con la boca entreabierta y de puntillas, sin que apenas se diese cuenta, sentía como latía en cada bocanada de los gemidos de la azafata. Mezclado por el roce de las manos sobre la piel, percibía de vez en cuando el …

El vuelo -V-

El origami cayó al suelo. El silencio solo se rompía por el suave jadeo y el roce de la ropa, el periódico ultrajando las entrañas de la azafata y los gemidos que ella se daba cuenta ahora ahogaba mordiéndose el labio. Él se percató de su presencia mirando de reojo. No hizo más por prestarle …

Antigüedades

El barniz tiznaba sus dedos mientras acariciaba la madera ahora lustrosa. Sentía la suavidad de la madera, su calidez, como había envejecido desde aquel frescor artesano de sus vetas juveniles. Ahora, incluso después de esa fina capa de color oscuro, notaba las grietas de sus ensoñaciones y recuerdos como si los hubiese tendido al sol …

Los errores se pagan

Cuando vio su sombra desplazarse por el suelo mientras ella mantenía la cabeza gacha, supo que estaba enfadado. Hablaba en voz baja, algo desesperante para ella. Cuando se acercó definitivamente, sintió las manos desgarrar su ropa mientras su cuerpo se mecía como una hoja en mitad de una galerna. La ropa interior corrió la misma …

A veces, las cosas acaban.

El dolor se acentuaba con sus silencios más que por sus golpes, por sus agravios más que por su violencia. El dolor físico era tolerable, a veces incluso placentero, pero cuando se equivocaba, cuando cometía el estúpido error de malinterpretar las cosas, cuando los celos arremetían irremediablemente en sus actos y la furia desatada poseía …

Una misma cara para demasiadas cruces

Por la boca muere el pez y por nuestros deseos y anhelos aparece el dolor. A veces descontextualizamos la palabra para que adquiera un tinte heroico en la entrega. Si no hay dolor, si no se siente dolor, no la hay y si no se infringe dolor, no hay dominación. No es la primera vez …

Esclava – I –

La cubierta del barco estaba desierta, el sol, intenso, secaba el agua y dejaba el salitre sobre la madera barnizada. Sus pies estaban descalzos, juntos y atados. La piel reseca no se hidrataba con el agua del mar, al contrario, se introducía entre las cuerdas que los mantenían sujetos a un mástil que hacía mucho …

Lo extraño que hay en ti.

¿Alguna vez me vas a llamar, puta, zorra, perra, algo? La voz sonaba desesperada. El giró la cabeza mientras conducía y sonrió. Ella se sentía inmersa en una vorágine de desesperación. Era sumisa y esto era una mierda. Su trato era tan recto, tan serio a veces, que necesitaba que le diese algo diferente. Después …

Gimiendo bajo la lluvia.

El aguacero era desgarrador. Nunca la lluvia había sido tan perversa como aquella noche. Las gotas se convirtieron en punzantes alaridos que atravesaban su pelo y rasgaban con frialdad la piel de sus manos. Las pisadas acompasaban el repiquetear del agua sobre los charcos ya bien llenos cuando llegó a aquella farola. Como Gene Kelly sintió deseos de …