Ese café
Con los años, se volvió costumbre, una manera de poder tener cercanía, de poder explorar la mirada, ver los brillos del deseo o del enfado, de la tristeza, de la emoción. Captaba cada uno de esos guiños y tics en momentos especiales, sabiendo que probablemente algún día acabarían. Y cada una de las veces dibujaba …