Gambito
Miraba el cinturón con cierto desprecio, eliminando con violencia los restos de la piel y las gotas de sangre que ya perdurarían en el cuero por siempre. Decidió deshacerse de aquel instrumento tan habitual como había prescindido de ella. Utilizó el mismo movimiento que contra él habían confrontado. No era un experto jugador de ajedrez, …