Las manos en los bolsillos
Salió a la calle, el frío lo cortaba todo, cerró los ojos y exhaló. Los primeros pasos crujieron en el suelo helado, hasta que consiguío un buen ritmo sin resbalarse. Se abrochó el abrigo y se subió las solapas protegiendo el cuello del creciente viento que intentaba colarse entre su ropa. A continuación metió las …