Feliz navidad, Natsumi.
Hay palabras contenidas que no se pronuncian y resuenan por toda la eternidad. Lo mismo sucede con las miradas, esas que pasan desapercibidas porque no estás atento al momento o a la circunstancia y que, por tanto, se pierden y son irrecuperables. Aquella vez fue así y fue la última. Desde entonces el tacto del …