Cuando fueron dioses
Las risas, como la lluvia fina, se escapan para no volver. Solo quedan sus recuerdos, los ecos que intentamos mantener cerca para no olvidarlos, sonidos majestuosos que se difuminan en un parpadeo. Eran las risas el mortero que mantenían sus brazos unidos, los cimientos de una civilización emocional rica en experiencias, la pasta que fructificaba …