Equilibrio

Escuchaba el sonido de los tacones tras de sí incluso cuando la música empezaba a ser ensordecedora. Por suerte eso no duró demasiado. El perfume iba y venía pero siempre estaba al alcance de la mano, a mi alrededor. Mientras conversaba, observaba como se desenvolvía, segura, sonriente pero no en exceso. De vez en cuando, de …

Demonios

Odiaba la lluvia, el frío, los olores intensos, el tacto rugoso, el silencio vacío si no era llenado por el suyo, el hastío. Odiaba la lectura rápida, las entrelíneas complejas y calamitosas, los truenos ensordecedores, la gasolina. Odiaba tantas cosas que apenas se daba cuenta de todo aquello que le apasionaba. Odiaba el dolor, el …

Las siete puertas -III-

La seda se iba empapando mientras se deslizaba desde su cara hasta los pies, recogiendo en su camino cada gota de sudor envuelta en el intenso placer de la oscuridad de su deseo. Mientras sus ojos se acostumbraban a la escasa luz, se daba cuenta de que el temblor en sus piernas perduraba como esos …

Las siete puertas -II-

El olor era fuerte, condensado, pero no le pareció desagradable. La oscuridad, en cambio, le resultó pesarosa y temió en los primeros pasos. Un suave no estés asustada le relajó convenientemente mientras la seda se deslizaba por su frente hasta tapar sus ojos. La negrura fue mucho más intensa y sintió como débilmente las piernas …

Las siete puertas -I-

La camisa de cuadros azules se ceñía con poco esfuerzo en su figura estilizada. Llegó sola y todas las miradas se clavaron como finas y punzantes agujas. Pocas veces sintió de manera tan física un escrutinio semejante. Sin compañía por culpa de que a última hora sufrió un plantón que empezaba a pensar le pasaría …

Ponme una copa

A horcajadas, con la anilla separando los labios para evitar una mordedura involuntaria, aguantaba estoicamente como la polla atravesaba y golpeaba una y otra vez la garganta. De vez en cuando, sentía la mano poderosa agarrando su nuca e inmovilizando cualquier movimiento que quisiera hacer para apartarse, apretando contra el abdomen su nariz, que se …

Abril

La primavera hace florecer no solo las flores, los sentimientos o las emociones. La tristeza puede someterte a tormentos insufribles. Se desató como cualquier riña, sin ningún ánimo de perturbar más de lo necesario pero ambos se dieron cuenta de que igual que todo había llegado se estaba diluyendo como la sal en el agua, …

Cuatro esquinas

Conocía sus decisiones antes de tomarlas, sabía que cada acción conllevaba una reacción brutal y sorprendentemente desgarradora, detestaba y adoraba el uso que hacía con tres de las esquinas de la cama, pero siempre volvía una y otra vez porque anhelaba descubrir lo que se encerraba en su cabeza en relación a la cuarta, ese …

Herida perpetua

Seguía sentada, como las horas anteriores, con la mirada perdida, el rostro aún perplejo y con su mente convulsionada. Tan rápido como apareció, se fue. Siempre pensó que quizá algún día se acabase, que se cansase, que perdiese el interés, incluso cuando veía que cada día todo aquello se reforzaba y sentía que los cimientos …

El cuenco de leche

Pocas cosas más placenteras que el sonido de la puerta cerrarse detrás de ella. Pocas cosas. Entró en la habitación y se paró frente al espejo. Se miró, quizá como él a veces miraba cuando se colocaba detrás y pegaba su cuerpo al suyo, cuando deslizaba las manos alrededor de su cuello y apretaba, apretaba …