Los latidos

No eramos extraordinarios, tan solo hacíamos cosas extraordinarias el uno para el otro. La percusión, el sonido más primario del hombre pero al mismo tiempo más esencial, se había instalado a nuestro alrededor. Los corazones no latían acompasados, tan solo en momentos concretos, íntimos, nuestros latidos se sincronizaban con los hechos. El mío cada día …

Disciplina

Se había acostumbrado a tener siempre algún reto que cumplir y sabía que nunca eran fáciles. Intentar sorprenderle resultaba tarea complicada, pero nunca dejaba de intentarlo. Él siempre recompensaba su dedicación y esfuerzo en darle lo que necesitaba. Su vida cotidiana, alejada de él, era tranquila, monótona y sencilla y muy al contrario de lo …

El imbécil y la corista

Su juventud no le había impedido creer que había tenido mucha experiencia vital. Ya desde muy niña le encantaba jugar al rescate, ser la princesa secuestrada a la que rescatan. Ella se encargaba de que le atasen al árbol, fuertemente. A los quince años, una mañana en la cocina, se lo hizo saber, ¡Mamá, quiero …

Horizonte

La luz cambia según la estación del año. Por la ventana entra imparable, deslumbrando todo lo que encuentra a su paso. Cada tono es único, cada segundo imperturbable. El reflejo en tu piel es hipnótico. Desperté sobresaltado pero sorprendéntemente tranquilo, esperando que no estuvieses, como cada día desde hacía mucho. Pero ahí estabas, acomodada, sensual, …

Cables de alta tensión – III –

Mordí un trozo de un sandwich vegetal que me había comprado y le ofrecí. Mordisqueó a regañadientes pero hambrienta y siguió con una perorata ininteligible mientras masticaba y gesticulaba con las manos. Chulito, sobrao, de que vas, que te crees eran algunas de las lindezas que soltaba por la boca mientras yo seguía mirando divertido. La …

Cuento de navidad poser

Como todos los años por estas fechas, ella adornaba la casa, vestida con un fino conjunto de encaje que le quedaba super bien, o sea, le hacía una figura estilizada y muy femenina. Subida en sus tacones de 15 centímetros, se movía grácilmente por los pasillos y por los altillos de todas las estancias, colocando …

¡Qué perra tiene mi perra!

Cuando compres el maletín de la señorita Pepis, debes recordar lo que decía el anuncio. El maletín, no tiene fin. Menudo regalo le hice para que pudiese llevar todas sus cositas ordenadas y dispuestas por si se le ocurría darme una sorpresa. Había de todo, al menos de todo lo que yo creo es imprescindible, …

El simposio – I –

Entre tanto gentío se podía divisar con precisión las marcas que las cuerdas habían dejado en sus tobillos. Ni siquiera las medias negras podían disimular la piel moldeada por el algodón. Eran marcas de presión, precisas, hechas con cuidado, con mimo, con pausa. Trasmitían el deleite de quien con manos expertas, deslizaba las cuerdas y …

No eres un caramelito

Me desahogué contigo, pagué mi frustración con tu piel, tensé mis nervios con las cuerdas que te aprisionaron hasta hacerte gritar. Golpeé mi ira con la rabia que me hacía ver que tu cuerpo soportaba lo que yo no pude. Te grité en la cara toda mi furia haciendo temblar tus lágrimas. Pinté tu cara …

Líquido

Son los recuerdos, los que subyacen de mis encuentros, los que destrozan tu piel en los arrebatos de nuestra conciencia para terminar humedeciendo todo cuanto toco. Por mucho que intente abarcar con mis manos tu mundo, se me hace líquido. Liquido, cuando arranco lágrimas de tus ojos penitentes, de tus miradas perdidas en mi interior, …