Época de recolección
Aquel día de cielo brillante y diáfano, de una azul pulcro y eterno hasta donde los ojos alcanzaban, se había terminado la cosecha. La ropa empapada en sudor se pegaba por la brisa que mecía las plantas como si un gigantesco soplido quisiera que se mantuvieran inclinadas unos grados a la derecha. El viento del …