Paseo en tren -II-

Desde abajo la vista era hermosa. Las contracciones le permitían vislumbrar las fibras de los músculos y el sudor, sacudido por la constante vibración, se iba acumulando en pequeñas gotas suspendidas de la piel. De vez en cuando, se levantaba y pasaba la botella fría por el abdomen que se contraía un poco más. El …

Paseo en tren – I –

Los viajes siempre fueron regalos imposibles de ofrecer. Por unos motivos u otros terminaban en el rincón de los deseos y éstos, cuando no se cumplen, terminan enquistándose en lo más hondo de cualquier relación. Ella estaba contenta, no dejaba de sonreír, sin embargo aquel vagón no era lo que tenía en mente. En mitad …

Inmóviles

Los años se van solapando sin intentar aparentar nada más que los constantes altibajos que tiene una vida. Los pormenores resultaban ya irrelevantes y los recuerdos se habían convertido en los pétalos desgajados de las flores, aún suaves pero con un final difícil de aceptar. El tacto y los olores permanecían intactos y ningún cambio …

Mujeres singulares

No hace falta conocer los gestos ni los susurros, ni las vibraciones que entonan los deseos para darse cuenta de cuán especial es un vínculo. Más allá de lo excepcional de aquella mirada, pozas vistas desde el aire brillantes y calmadas, en apariencia no guardaban secretos. Al menos de los que sin cierto pudor se …

Después de tanto tiempo.

El cielo que eran sus piernas, caminaba con la prisa de las primeras horas de la mañana. Absorta en la premura, cruzaba la calle envuelta en unos pantalones azul claro y una fina camisa blanca. Tras el cristal se la veía madura y resuelta, mucho más de lo que había sido nunca. En un breve …

Los sauces se inclinan en tu ausencia

Los lugares maravillosos están rodeados de calma, aunque en su núcleo hierva la misma vida. Los paseos en silencio siempre estaban rotos por el sonido de los pies arrastrados y la polvareda que se iba a depositando en las botas. No sabía cómo lo hacía, pero ella nunca terminaba con los zapatos manchados. Aquel día, …

Corre nena, corre.

Había olvidado cuánto le gustaba sentarse en los escalones y mirar a lo lejos donde comenzaba el pequeño bosque. Estaba lo suficientemente alejado para no ver entre los troncos de los árboles, pero tan cerca que, al caer la tarde, el frescor llegaba con ligereza y recorría los ventanales y la pequeña entrada. La madera …

Público

Compartir nuestros designios es, ante todo, una cuestión demasiado personal como para, con cierto ventajismo, dudar de los motivos. Se me escapan las necesidades y, sobre todo, los objetivos. Haberlos sin duda los tiene que haber y me sigo preguntando, en esta creciente marejada de mediocridad, cómo es posible airear casi cualquier cosa con el fin …

Mermelada

Aquellas risas siempre dejaban buen sabor de boca y los pulmones agotados. Sentados el uno frente al otro se habían especializado en llevar los juegos infantiles a niveles completamente absurdos. Él con las piernas cruzadas y ella arrodillada, se procuraban golpes en las manos, calentando los anversos entre gritos y carcajadas. Ella con miedo, apartaba …

Las cosas cambian

Nunca se sabe cuándo se reciben los últimos abrazos, las ultimas caricias que son bálsamo para el dolor de las marcas y los coágulos que taponan las hemorragias que bañan la piel gota a gota. Tendía a pensar que el tiempo es el que deteriora las emociones, imbuidos en esa mentira de la comunión espiritual …