Sodomía
El grito se convirtió en gemido cuando la aguja atravesó el pezón. El sonido de la piel rompiéndose quedó ahogado cuando los dientes se clavaron en el labio inferior. La espalda se arqueó intentando distribuir el latigazo que bajó desde su cuello hasta la planta de los pies. Las rodillas apoyadas en el suelo de …