The dogs d´amour
I don´t want you to go sonaba de fondo, casi rasgando las cortinas mientras ellas peleaban, leonas en celo pugnando de manera absurda por ser la primera, por ser la mejor, por hacer aquello que las demás se negasen. Resultaba ridículo y fascinante al mismo tiempo. La capacidad de someterse tan absurda, de arrastrarse sin …