Savia Bruta
Llovía desde hacía horas y el frío empezaba a hacer estragos en su carne, ya temblorosa y casi insensible. Sus brazos, hacía mucho dejaron de estar tensos, y en su relax, eran los tendones de los hombros los que chillaban poseídos mientras latían entre los huesos esperando el alivio que probablemente no llegaría. El dolor …