El reloj
Si algo me puede es la impaciencia. Llegó con prisas, ansiosa, avasallando y escupiendo por esa linda boca sus deseos de sentirse como una perra, de que amarrase sus muñecas y que destrozase su cuerpo hasta que ya no pudiese más. Entró a tropel, imparable, arrancándose la ropa, poseída por no sé que estúpido espíritu …