24 horas
Aunque no se escuchaba, en su cabeza el tic tac se abría paso como el goteo incesante de un grifo mal cerrado. Iba sin nada, a la desesperada y con una necesidad tan brutal que se mareaba sólo con ver la manecilla del segundero avanzar inexorablemente hacia el final. Tenía sed y la garganta le …