Amarrando en el puerto de tus ojos
El juego de la dominación a veces carece de la furtividad para acechar sin ser visto, sin amedrentar y sin invadir el espacio vital de los demás. Tiene ese componente voyeur que a casi todos les gusta, pero que en muchos dominantes parece haber desaparecido o al menos relegado a un segundo plano. Eso de …