Dando forma a las palabras
Las palabras eran un estado, cambiante, efímero, disperso. Se moldeaban en los labios, rugosas o afiladas o consistentes o cualquier cosa que pudiera imaginar. Abrazados, notando el crujir de los huesos y la compresión de los músculos, iban saliendo de la boca recreando los estados, alternando el frío y pesado sólido, dejándolo sobre los hombros …