Tenerlo todo al no tener nada
Como la lluvia, como la arena fina, como los suspiros. Así era mi deseo y de ese poder inconmensurable todo se perdía entre mis dedos, junto a la comisura de los labios, en cada parpadeo. Olía su perfume, sutil y brillante mientras el reflejo del sol hacía de su pelo un caleidoscopio iridiscente. Nada tan …