En mitad de la anarquía
Es difícil controlar que algo no se te vaya de las manos cuando todo lo que sucede a tu alrededor invita a ello. Su cuerpo se deslizaba por el aire, balanceado por la cuerda y después de casi veinte minutos inmovilizada y con un hitachi pegado a su coño, seguíamos adelante. Los gemidos se habían …