Filigranas
Pínta en tu rostro, deja que los ojos se zambullan en mi cabello lacio, le decía. Pero él, ausente, se desmarcaba por esa tendencia impropia que algunos dominantes tenemos cuando dejamos de escuchar aquello que nos reclaman. A veces ella lo tomaba con sentido del humor, otras se enrabietaba y se mordía la lengua porque …