Los contrapuntos y él

Siempre se sintió un perfecto oxímoron. Su mente ordenada, etiquetado todo en recipientes que circunvaleaban sus recuerdos, plegados y envueltos en lo justo, sin adornos. Eran fáciles de reconocer y su acceso era inmediato. Su mente, bajo ese aspecto de salvaje indomado, era un perfecto cubo de Rubik donde los colores eran conceptos abstractos llevados …

Sylvie y el elixir.

Remoloneaba como cada día en la cama, dando vueltas, enredándose en las sabanas que aún olían al último hombre que había compartido. Sin embargo, ese olor solo le recordaba al hombre de la librería. Ese al que casi no había visto, casi no había olido y desde luego no había tocado. Y sin embargo, tenía …

Él, complejo.

Descubrió que lo simple le mantenía feliz. Descubrió que la calma de sus actos, de sus movimientos y de sus palabras le permitían conseguir lo que necesitaba. No hizo falta acogerse al karma, a la meditación o a disciplinas orientales aunque lo intentó sin mucha dedicación. Al final comprendió que solo debía estar rodeado de …

Los demonios de Sylvie

La vida tiene su música se decía. Cada día tiene su melodía, su canción, cada día, aun volviendo a escuchar la misma composición era diferente y las sensaciones, las emociones, también. Le perseguían demonios desde niña, demonios que durante mucho tiempo no supo combatir. Demonios que le atormentaron hasta que se enfrentó a ellos. No …

El encuentro de Sylvie.

No dejaba de disfrutar, nunca lo hacía, pero le resultaba tedioso descubrir que lo que necesitaba y deseaba al final, siempre se convertía en entelequia. Se daba cuenta de que lo que sentía lo conseguía por ella misma y se preguntaba cada vez, como había llegado a esa situación. Esta vez no había sido diferente. …

Wednesday

Me pierdo en la tinta, en la que imprimo con furia sobre papel y en los colores de la que dibujan mis brazos escondiendo una piel y unas venas que rebosan energía y corretean por mi interior buscando algo que casi nunca encuentran. Las horas no se pierden mientras escudriño cada detalle y en ellos siempre …

El navegante y su mar

No era marino, pero cada día, se hacía a la mar. Sentía las manos ásperas del tiempo asomarse cada amanecer a su ventana y como cada día, de manera rutinaria enjugaba los ojos aún húmedos de la galerna de la noche anterior. Cada amanecer, el mar, limpio, luminoso, azul y absoluto le saludaba, y él …

Una misma cara para demasiadas cruces

Por la boca muere el pez y por nuestros deseos y anhelos aparece el dolor. A veces descontextualizamos la palabra para que adquiera un tinte heroico en la entrega. Si no hay dolor, si no se siente dolor, no la hay y si no se infringe dolor, no hay dominación. No es la primera vez …

En aquella espalda

Con el paso del tiempo ya no era necesario mirarse. Se sorprendían a veces con los olores y algunas sonrisas que parecían furtivas. Cuando ella se mordía el labio, sabía que él gruñía. Era instintivo y ambos lo sabían. Llevaban toda la vida jugando entre ellos y eso, había hecho que sus espaldas fuesen calcadas. Cada …