Las siete puertas -I-

La camisa de cuadros azules se ceñía con poco esfuerzo en su figura estilizada. Llegó sola y todas las miradas se clavaron como finas y punzantes agujas. Pocas veces sintió de manera tan física un escrutinio semejante. Sin compañía por culpa de que a última hora sufrió un plantón que empezaba a pensar le pasaría …

Abril

La primavera hace florecer no solo las flores, los sentimientos o las emociones. La tristeza puede someterte a tormentos insufribles. Se desató como cualquier riña, sin ningún ánimo de perturbar más de lo necesario pero ambos se dieron cuenta de que igual que todo había llegado se estaba diluyendo como la sal en el agua, …

Cuatro esquinas

Conocía sus decisiones antes de tomarlas, sabía que cada acción conllevaba una reacción brutal y sorprendentemente desgarradora, detestaba y adoraba el uso que hacía con tres de las esquinas de la cama, pero siempre volvía una y otra vez porque anhelaba descubrir lo que se encerraba en su cabeza en relación a la cuarta, ese …

El vuelo -VI-

Como un canto de sirena, la sangre hipnotizaba con el brillo intenso su mirada. Con la boca entreabierta y de puntillas, sin que apenas se diese cuenta, sentía como latía en cada bocanada de los gemidos de la azafata. Mezclado por el roce de las manos sobre la piel, percibía de vez en cuando el …

El vuelo -V-

El origami cayó al suelo. El silencio solo se rompía por el suave jadeo y el roce de la ropa, el periódico ultrajando las entrañas de la azafata y los gemidos que ella se daba cuenta ahora ahogaba mordiéndose el labio. Él se percató de su presencia mirando de reojo. No hizo más por prestarle …

El vuelo -III-

El enfado no le dejaba pensar con claridad y esa pérdida de control, de los nervios, de su pose portentosa le hacía palidecer de temor. Sin darse cuenta imitó con gesto burdo a aquel hombre y bebió de un trago el bourbon mientras de reojo contempló como separaba una de las hojas del periódico para …

Antigüedades

El barniz tiznaba sus dedos mientras acariciaba la madera ahora lustrosa. Sentía la suavidad de la madera, su calidez, como había envejecido desde aquel frescor artesano de sus vetas juveniles. Ahora, incluso después de esa fina capa de color oscuro, notaba las grietas de sus ensoñaciones y recuerdos como si los hubiese tendido al sol …

Los nudos que atan tu piel

Me miraba las manos y no comprendía como podía conseguir aquello. El tiempo me lo dio, y ella me permitió concebir en su cuerpo el esplendor de la belleza que recreo cada instante en su piel. Me gustaba hablar con ella, como si fuese una principiante en cualquier aspecto de la vida, los dos, solos …

El arco de Sylvie

Tal y como llegó se fue, sin gestos, sin palabras cordiales que suenen vacías como despedida o reencuentro, ni un hasta pronto o un nos veremos. Solo una caricia y una leve sonrisa que quedaron maquilladas por los desgastados vaqueros y aquellas botas hipnóticas que se convirtieron en idea al cerrarse la puerta tras él. …