Croissant
Olía bien, demasiado. Se despertó con el aroma de la mantequilla dulzona impregnando la garganta. A lo lejos el ruido de los vasos y gorgoteo del café recién hecho. Mezcla de olores entrañables que le permitían olvidarse un poco del dolor y los sollozos que habían dejado hinchados los ojos. La luz aún era tenue, …