Los sentidos – Gusto –
La fiera había quedado suelta. Solo el cinturón en el cuello conseguía minimizar los envites y las dentelladas que intentaban alcanzar el borde inferior y salvaje de la barba. Él, sin embargo sonreía, manteniendo aquella presa salvaje que tensaba los músculos de sus brazos refrenando los deseos incontrolados. Se llevó un dedo a la boca y …