Bajo presión
La frialdad que ella desprendía en sus rutinas diarias, le hacían ser una mujer distante, observadora y tenaz. Alguien que gobernaba las emociones hasta tal punto que el miedo se convirtió en un aura que le acompañaba cada día. Así era en su trabajo y en sus quehaceres cotidianos. Un control maldito que durante mucho …