El nuevo comienzo de la felicidad
Da igual las veces que lo haya hecho, da lo mismo cuantas pieles haya atado, desollado, agrietado, herido y después curado. No importa como hayas gemido, gritado, llorado, quejado y sonreído mientras lo hacía. Cada gota de tu flujo, cada lágrima derramada sobre mis manos, han sido recogidas y guardadas y han empapado mis cuerdas …