El nuevo comienzo de la felicidad

Da igual las veces que lo haya hecho, da lo mismo cuantas pieles haya atado, desollado, agrietado, herido y después curado. No importa como hayas gemido, gritado, llorado, quejado y sonreído mientras lo hacía. Cada gota de tu flujo, cada lágrima derramada sobre mis manos, han sido recogidas y guardadas y han empapado mis cuerdas …

Cortina de humo

Fumaba con nerviosismo, la nicotina estaba haciendo estragos en nuestro entorno mientras intentaba atisbar alguna sonrisa furtiva que escapaba de su boca. A veces las apariencias no engañan o quizá sí, no importaba en ese momento. Su imagen era tal y como la había imaginado, sus ojos infantiles entregados, su cuerpo frágil perfecto, su boca …

Al azotito leré

Se presento juvenil y pizpireta, con los labios rojos, carnosos, apetecibles y unos dientes perfectos, blancos y relucientes. Tuvo la decencia de no pintarse como una puta y se veía hermosa y lozana, feliz. Ella lo sabía y lo utilizaba siempre, al menos eso intuí. Conmigo, los truquitos de jovencita no tenían mucho sentido. Tanto …

El jardinero

Cuando la tierra caía de sus manos, lo hacía con todo el sentido que su mundo podía darle. La simpleza de los movimientos, la cautela de sus dedos, colocando las ramas, arrancando hojas, invisibles tormentos que conseguían el fin determinado. La rectitud y la perfección. Se veía a si misma observándole con mirada hipnótica, observando …

Pintura rasgada

El sol golpeaba cada mañana con la misma intensidad que sus manos. Llevaba varios días de ya casi insoportable tortura y cada noche ya casi en el amanecer, su rendición llegaba como en las batallas libradas en los confines del mundo. Símplemente se dejaba caer, exhausta y plenamente satisfecha, con la sensibilidad en límites intolerables. …

El círculo virtuoso – VI –

Se sentía como un pedazo de hielo deshaciéndose sobre el suelo. El cuerpo desgastado y maltrecho aunque pleno, empapado y mezclado con el sudor, el flujo y la sangre que dibujaba en el suelo una perfecta figura asimétrica, casi sólida. La respiración se le iba normalizando, entrando en monótonos ritmos mientras las manos, dibujaban círculos …

No hay más cera que la que arde

Las súplicas, son deliciosas. Instantes llenos de lágrimas y esa mirada que confunde el perdón y el deseo. A mi me confunde, y me excita, y me lleva a lugares donde mi pasión se desata voraz e imparable. El calor se vuelve insoportable a veces y la piel aprende rápido, evoluciona y se adapta. Ésta …

El círculo virtuoso – V –

Es difícil conjugar de la mejor manera posible el desenfreno con el control. Saber que no puedes dejarte llevar simplemente por tus pasiones aunque las tengas a flor de piel, sabedor de que puedes confundir y además hacer bastante daño. Cegarse ante una imagen hermosa y un cuerpo plácidamente entregado en mitad de una tormenta …