Mermelada
Aquellas risas siempre dejaban buen sabor de boca y los pulmones agotados. Sentados el uno frente al otro se habían especializado en llevar los juegos infantiles a niveles completamente absurdos. Él con las piernas cruzadas y ella arrodillada, se procuraban golpes en las manos, calentando los anversos entre gritos y carcajadas. Ella con miedo, apartaba …