Después de tanto tiempo.
El cielo que eran sus piernas, caminaba con la prisa de las primeras horas de la mañana. Absorta en la premura, cruzaba la calle envuelta en unos pantalones azul claro y una fina camisa blanca. Tras el cristal se la veía madura y resuelta, mucho más de lo que había sido nunca. En un breve …