Sylvie et le chien – Sylvie y la perra – II –

Mucha gente se siente incomoda en los silencios. A Sylvie le enseñó que en ellos se puede disfrutar tanto como sin ellos. Las miradas y los gestos, las sonrisas y los suspiros en definitiva, le llenaban tanto o más en momentos como ese. ¿Cómo se llama? La pregunta era del todo menos inocente. La hizo en un …

Inunda tu alma empezando por el suelo.

Se sentía pizpireta. No era la primera vez que iba a sentir sus cuerdas pero no sabía porqué, esta vez iba a ser diferente. Después de un buen rato donde su voz pausada y seca explicaba cada uno de los nudos que le hacía como siempre había hecho anteriormente, se quedó parado y sonriendo. Significaba …

Creíste ser lo que no eras

Las gafas de sol parecían perdidas y desubicadas en la esquina de la cama. La sábanas intentaban recomponerse después de la batalla pero no lo conseguían. Aún, su cuerpo deambulaba entre los sueños mientras mis ojos intentaban controlar sus movimientos, incluso cuando su mente estaba absorta y sumergida en lo más profundo del subconsciente. De …

El nuevo comienzo de la felicidad

Da igual las veces que lo haya hecho, da lo mismo cuantas pieles haya atado, desollado, agrietado, herido y después curado. No importa como hayas gemido, gritado, llorado, quejado y sonreído mientras lo hacía. Cada gota de tu flujo, cada lágrima derramada sobre mis manos, han sido recogidas y guardadas y han empapado mis cuerdas …

Cortina de humo

Fumaba con nerviosismo, la nicotina estaba haciendo estragos en nuestro entorno mientras intentaba atisbar alguna sonrisa furtiva que escapaba de su boca. A veces las apariencias no engañan o quizá sí, no importaba en ese momento. Su imagen era tal y como la había imaginado, sus ojos infantiles entregados, su cuerpo frágil perfecto, su boca …

Bajo presión

Nunca había visto así su sangre, en ese fluir continuo y lento, dibujando serpenteantes caminos por su piel para terminar desembocando, primero gota a gota y luego en un fino hilo sobre la arena blanca y cálidamente perfumada. Junto a las nuevas marcas de ese rojo intenso y oxigenado sus pies, inmóviles, pétreos, soportes de …

El jardinero

Cuando la tierra caía de sus manos, lo hacía con todo el sentido que su mundo podía darle. La simpleza de los movimientos, la cautela de sus dedos, colocando las ramas, arrancando hojas, invisibles tormentos que conseguían el fin determinado. La rectitud y la perfección. Se veía a si misma observándole con mirada hipnótica, observando …

Pintura rasgada

El sol golpeaba cada mañana con la misma intensidad que sus manos. Llevaba varios días de ya casi insoportable tortura y cada noche ya casi en el amanecer, su rendición llegaba como en las batallas libradas en los confines del mundo. Símplemente se dejaba caer, exhausta y plenamente satisfecha, con la sensibilidad en límites intolerables. …

Bocetos

La desilusión se había convertido ese día en el envoltorio de su cuerpo. Sentada, mientras el traqueteo de los vagones mecían su cuerpo magullado se preguntaba como era posible que hubiese llegado hasta ese límite. No el límite en si mismo, se decía. Se sentía engañada, humillada, despreciada y dolorida, en su cuerpo y en …