Junto al fuego
El calor seca el papel. La correspondencia estaba amontonada desde por la mañana y no le prestó demasiada atención. Se abrió una cerveza y se sentó junto al fuego que hacía rato ya calentaba la habitación. Fue despachando las cartas sin abrir una a una, leyendo el remitente y dándole la vuelta por puro aburrimiento. …