Mondrian
Ella exploraba cada día cada una de las aristas de su personalidad. Había descubierto que detrás de la inmensa dureza de sus actos no escondía una hermosa complacencia sentimental que hacía aflorar cada vez que terminaba una escena, recomponiendo cada parte de su piel, cada trozo de las lágrimas derramadas. Cada paso era un reto, …