Observaciones desde la distancia -II-
El nombre sonaba a verano y olía a mar. Ella era de apariencia frágil, pero sólo era eso, apariencia. En su mochila, como todos, llevaba sus monstruos y la cremallera, difícilmente se llegaba a cerrar. Él no entendía ese deseo de protección y de destrucción al mismo tiempo, con ganas de atomizar cada partícula de …