Atenta violencia
La vibración recorría su cuerpo, de abajo a arriba, ininterrumpida, constante y poderosa. Apretaba los dientes sobre la mordaza y la saliva se escurría por las comisuras de la boca. Agarraba las cuerdas que sujetaban sus brazos e intentaba elevarse haciendo tanta fuerza como podía, pero era inútil. Cada oleada intermitente era devastadora. Las piernas …